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Chilaquiles mañaneros

Existen mañanas con días soleados, donde la casa huele a café recién hecho, emociones evocan los recuerdos en casas de adobe y teja en algún poblado de Jalisco, donde las abuelas empiezan a tortear temprano y el café de olla está hirviendo.

En los lugares citadinos el café suele ser exprés y en ocasiones soluble para adaptarse al vaivén de los días rápidos, sin embargo es bueno escapar de la rutina de vez en cuando no correr tan de prisa, sino caminar más lento, detenerse un momento a reflexionar sobre el hacer pero también es bueno pensar en que comer.

En mañanas con días soleados los chilaquiles son ideales para acompañar cualquier café. Los chilaquiles nacen desde la época prehispánica, María Garibay señala que: “Chilaquiles” proviene de la palabra “Chilaquilli” conformada por el “chili” y “aquilli” que significa: “estar en algo”, “estar en”, “metido en” por lo tanto, cuya referencia en castellano alude a “estar metidos en chile”.

Dentro de los principales procesos de nixtamalización, el metate y “hacerlo a mano”, tienen un origen milenario, sin embargo para nuestros antepasados el maíz y el chile eran elementos fundamentales para la cultura, la idiosincrasia, el alimento y la forma de vida, tanto que aún perduran hasta nuestros días.

Los chiles se comenzaron a domesticar, se dice que los primeros en preparar la mezcla de tomate, chiles y especias fueron los mayas y aztecas, aunque las culturas anteriores ya experimentaban ciertas mezclas.

Con el paso de los años y la colonización, la gastronomía adquirió un proceso sincrético. Bernal Díaz del Castillo relata “los alimentos se complementaron unos con otros”, pues los misioneros servían como condimento la salsa en combinación con el pavo, pez, pollo y venado.

Si bien los chilaquiles se fueron transformando: los chiles, totopos o pedazos de tortilla en salsa roja o verde, con huevo o pollo, acompañados de frijoles fritos con manteca o chorizo, siguen siendo un platillo delicioso y sencillo para compartir solo o en familia, con ese café mañanero que evoca sonrisas y también recuerdos.

Comentario transmitido en La Hora del Juglar

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