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Otra, última despedida de Fin de Año...

por Ivette Muro





Esta noche, es una noche fría de Diciembre, un café de estilo francés incrustado en el corazón de Chapalita en Guadalajara, una zona linda.


La gente va llegando poco a poco, todos llegan en compañía de alguien, parejas o amigos.

Yo, comienzo a ser de nuevo la persona que llega sola a sitios lindos y sigue pidiendo la habitual "mesa para uno"; en un pasado me resultaba divertido observar la cara de los meseros, al recibir a una chica de cabello castaño claro y ojos marrones que se acompaña a sí misma a sitios con los que quizá, podría ir con un caballero y entonces; le solicita al mesero la poco habitual "mesa para uno".


La cara de extrañeza en los meseros en un pasado me resultaba divertida, en un pasado incluso en situaciones como la de esta noche, dependiendo el lugar incluso solía jugar y mentirle al mesero, fingiendo que venia de visita a esta ciudad y comenzaba en charlas a preguntarles sobre los sitios y lugares turísticos de la zona.


Esta noche, es tan similar a las de 2017, 2018, donde me invitaba a mi misma a conocer los tantos sitios lindos que alberga nuestra ciudad y tantas veces nos limitamos a no conocer sitios lindos, por no llegar "solas".


Esta noche es distinta, ha pasado tanto tiempo desde los aprendizajes en solitario del 2017, 2018, siempre crecemos, siempre soñamos y siempre volvemos a creer.


Hoy, es una noche distinta...

Es la noche del veintinueve de Diciembre del 2022, una noche en la que un saxofón acompaña la terraza de un jardín, a media luz en un café extremadamente hermoso.


Conocí este sitio con un antiguo y buen amor, después en el cumpleaños de mi abuela, sugerí venir con mi familia por aquí, en una tarde del once de Julio de este año; y justamente ayer, pensé en ese café de Chapalita que tanto me gustaba, por el sitio, por la comida, las bebidas, la compañía y la charla, entonces me pregunte a mi misma: ¿Cuándo vas a ir de nuevo, pero contigo?


Esta tarde, siendo en Guadalajara de sus tardes más frías en Diciembre del 2022; tomé mi abrigo, mi bolsa y la computadora para adentrarme al reencuentro de una charla conmigo mi misma en la profundidad de las letras mismas, de las luces y el sonido del saxofón...

Al llegar, decidí sentarme en una mesa totalmente diferente en las que he estado en ocasiones anteriores.

Comencé a disfrutar cada momento, incluso recordé lo divertido que me ha parecido siempre observar aquella cara del mesero, cuando ve a una chica linda llegar sola y pedir extrañamente "mesa para uno" y confirmar que "no se espera a nadie".


Esa reacción en los rostros de cada mesero, de cada restaurante en cualquier sitio de Jalisco, de México, de los sitios en dónde he viajado o estado sola, me parece sumamente divertida, me es muy gracioso porque no es muy habitual ni común atender una mesa sin pensar: ¿Será que a la chica la plantaron?, sin pensar que ¿Por que una chica linda anda sola?, ¿Cómo puede disfrutarse a ella misma? ¿Llegar a un sitio sola, sin esperar a nadie?


Reafirmo todos y otros más cuestionamientos, porque incluso me lo han hecho saber los meseros en diversas ocasiones al charlar con ellos y les he mentido diciendo que vengo de otra ciudad, otras veces, cuando me han preguntado ¿Porque cenando sola? Y no tengo ganas de divertirme diciendo que vengo de otra ciudad y solo menciono, porque es lindo este lugar y deseaba conocerlo; la expresión en su rostro de sorpresa, en verdad es: ¡Sumamente divertido!


Sin embargo, creo que nos cuesta normalizar el disfrutarnos tanto a nosotros mismos, disfrutar salir a los sitios de la ciudad que nos gustan, nos han enseñado que regularmente para ser felices debemos de "estar acompañados" pero no siempre es así.


Hace varios años, en el bachillerato me dijo un ex novio furioso:

"¿Para que quieres tantos triunfos y éxito, si no vas a tener con quien compartirlos?

Ese comentario, me pareció muy hiriente, pero realista.


Y realmente me pregunte si, ¿no quería compartir mis triunfos? ¿si en verdad, caminaría por la vida tan alegre y enérgica como una gacela, pero solitaria?


La vida misma, las situaciones y las circunstancias nos indican realmente sin mentirnos: "cuando estamos listos".

Hace aproximadamente año y medio, dos años... mas o menos por estas frías fechas de Diciembre del 2019 en una pandemia floreciente, comencé a salir con un chico y desde la primer salida, reí, reí, reí tanto que llegamos a ese punto del "dolor de panza" de tanta risa...

Conforme pasaron las salidas, sin forzar nada, las circunstancias hacían que literalmente muriéramos de risa y sin pensarlo, un día de aquellas salidas, sentados en la fuente del Templo del Expiatorio, observando la arquitectura neogótica del mismo, disfrutábamos de la charla y cada quién de su propio "elote en vasito" sin embargo, cometí el error de ponerle demasiado chile al mío y aquel chico, tuvo un gentil gesto de "tirarle el chile a mi elote en una jardinera" lo cual acepte, mientras el me observaba sentada en la fuente y me preguntaba a lo lejos: "¿si así, o le quito más chile?"

Al observarlo, me pareció sumamente tierno y gracioso, de fondo iluminaba la noche el Templo Expiatorio, mientras yo seguía sentada en la fuente, le indicaba en voz y señas: ¡Tírale mas chile, por favor!"


En ese instante, me percaté de mi misma, de él, del entorno, me percaté de la escena al obsérvala tal cual espectadora y como de la nada; me dije a mi misma: "Creo que ya estoy lista, para compartir y para compartirme..."

Habían pasado tres años de mi última relación.



Es muy curioso, como sin pensarlo, sin planearlo, simplemente todo el aprendizaje desde el 2017 hasta ese punto del 2019 ; me brindaba a mi misma una respuesta que no estaba pidiendo.

Evidentemente el año siguiente 2020 fue muy gratificante desde aquellos fríos días de Diciembre del 2019, todo el 2020 tuvo momentos extremadamente gratos, divertidos, llenos de risas y con demasiados "dolores de panza" de tanto reír, sitios nuevos en la ciudad por descubrir, éxitos profesionales, libros publicados y Maestrías concluidas y lo más increíble, todos y cada uno de esos triunfos, sueños, momentos y logros, había con quien compartirlos.

Una sana y bella relación tan divertida en una pandemia histórica.


Diciembre del 2021 fue muy ameno, muy bello y grato, un poco frio, pero el frio se acompañó de risas y más cafés, sitios lindos en la ciudad, Diciembre, Navidad y por supuesto el festejo de Año Nuevo fue la construcción de diversos recuerdos.


El 2022 comenzó increíble, divertido, frío y diverso...

Los meses transcurrieron y nuevamente los sueños profesionales se cumplían, la parte personal florecía y pronto llegaría Marzo, llegaría el día del Teatro, llegaría un 27 de Marzo, llegaría la fecha en la que se cumpliría el primer año de la relación, sin embargo los miedos personales ante una relación tan increíble invadieron internamente al 50% del noviazgo con tantas interrogantes llenas de miedo sin respuesta:

¿Hacía donde se camina si "esto" transita bien? ¿Si aún "no se tiene nada material"? ¿Si tan solo ha pasado un año? ¿Hacía donde se camina? ¿Será correcto continuar si todo marcha bien? ¿Es momento de parar antes de que el sentimiento crezca más?...

Y tantas, mas interrogantes sin respuesta...

Entonces, el miedo y la crisis de los 30tas no perdonaron los días de risas y bendiciones, el miedo ganó y con ello, se rescribió una nueva historia con caminos diversos en el mismo año.


2022 un año más en el que la pandemia por covid-19 no se terminó, sin embargo los protocolos de salud se fueron modificando poco a poco.

2022 un año en el que me he despedido tantas veces "cerrando el ciclo de diversas formas" para mi misma cerrando el ciclo en Mayo, cerrando el ciclo en Septiembre, cerrando el ciclo en mi cumpleaños, el once de noviembre, cerrando el ciclo por última vez, dos días antes de que Diciembre termine.


¿Cómo he "cerrado el ciclo" en este 2022?

En un contacto cero, guardando todas las fotos, cosas y recuerdos en una caja en el fondo de un closet, escribiendo una carta infinita después de muchísimos meses de no escribir, ni si siquiera para mí, en una llamada recibida hace tantos meses, por Mayo o Junio quizá.

En vaciar las memorias y reconstruir conmigo misma otra historia, en este mismo año.


El 2022, se inició bailando, riendo, celebrando en con aquella persona y compartiendo las 12 uvas en aquella noche dónde también, él, fue parte de nuestra familia.

Y el mismo 2022 termina con la bendición de una tarde fría, disfrutando la noche con un saxofón, escribiendo en un café de ensueño conmigo misma.


Este 2022, estuvo lleno de aprendizaje, regrese a misma, a ser quien siempre he sido y nunca he dejado de ser, tantos sueños profesionales se cumplieron y otros más, están por cumplirse justamente el día del Teatro del 2023, porque cada quién es responsable de construir sus propias memorias y ser protagonista de su propia historia.


Sin duda alguna, el 2022 lo abrazo con alegría, felicidad y añoranza, pero también lo acuno como la más grande bendición de enfoque, pues la producción teatral y turística en Cacao Vanguardia Escénica & Turismo fue imparable mes con mes.

La consolidación de la oficina, las próximas rutas turísticas de Cacao Tours, preparadas para el 2023, los permisos y licencias obtenidas, los diversos montajes teatrales en producciones propias de Cacao Producciones, en montajes escénicos como actriz invitada y la diversidad de entrevistas, prensa, gestiones turísticas, culturales y artísticas efectuadas durante este año.


Sin embargo, en este año, también llegaron personas invaluables a sumarse a la intrínseca lista de verdaderos amigos, con quienes fui capaz de producir, de adentrarme, de conectar no solo en lado artístico, sino en el lado personal, con la confianza de caer, tropezarte pero también con la posibilidad de soñar en conjunto con la misma visión y amor por México, volver artísticamente a creer, a crear.

Por esas amigas invaluables que solo el arte obsequia, por esos amigos de antaño que aunque pasen los años de diversas formas siguen presentes y con un alma latente, por aquellas primas, que son hermanas, son amigas y confidentes, por la bendición de tener aún al ser mas bello y sabio en la familia: mi abuela.

Por reír, por compartir, por soñar en conjunto con mis tíos, primos y padres.

Por la bendición más grande tener a mi madre.

Por la bendición de mi más grande confidente: mi tío.

Y con la añoranza, pues personas tan cercanas a nosotros, este año de la tierra partieron.


Sin duda alguna, este año es de inmenso aprendizaje y retomando las palabras de hace algunos años de aquel ex novio del bachillerato, en donde me decía de forma hiriente una frase que no olvidé:

¿Para que quieres éxito, si no tienes con quien compartirlo?



Al observarme esta noche de nuevo a mi misma, consolidada en tantos sueños y aún por formar otros tantos más.

Me percató que no necesariamente tienes que estar en pareja para compartir tus logros, tus triunfos, tus sueños, tus éxitos, pues primeramente "te tienes a ti misma, a ti mismo" y seguido de eso, aún en año complejo, existen personas que son en gran parte nuestra inspiración, nuestro reflejo.


¡Gracias por tanto aprendizaje Dos Mil Veintidos!

Cierro un año más, y con este año cierro momentos, pero también en este año abrí y emprendí tantos sueños cuyo impacto esperan en el próximo y anhelado 2023!


¡Gracias por ser parte de mi historia 2022, Gracias por ser parte de mi formación y de mis nuevos anhelos!


¡Te quiero mucho 2022!


¡Bienvenido bonito 2023!

¡Bienvenido y esperado 2023, pero sobre todo, anhelado y soñado 28 Marzo del 2023!








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