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Mujeres de hoy, tabús de ayer


Mujeres de hoy, tabús de ayer…

¿Exitosas o fracasadas?

Más de una vez se han generado este tipo de cuestionamientos o afirmaciones en tu entorno o incluso por ti misma: ¿Sientes que tu vida es un fracaso?, ¿Por qué no te has casado?, ¡Estas dejando pasar el tiempo!, ¡Ya no estás tan chica!, ¡el reloj biológico!, ¿y el novio?, ¡viajas mucho! ¿no?, ¡el matrimonio no se descuida!, ¿y los niños?...

Seguramente algunas veces tu respuesta será: No, no siento que he perdido tiempo, tampoco que he fracasado. No, no me siento “vieja” ni tampoco “chica” o “grande”.

No, no siento que he llevado mal mi camino, decisiones o la vida misma. No, de hecho no me siento mal con quien soy o he decidido vivir.

Sí, es verdad que algunas de mis amigas se han casado, mis mejores amigas han empezado a hacerlo. Sí, también he asistido a pocas bodas, me he perdido algunas y a otras, no me han invitado.

Es verdad, a la boda de mi mejor amigo, si, asistí sola, en realidad mi amigo tenía un solo boleto destinado para mí, sin embargo eso no implico que estuviera sentada en la fiesta, bailé desde el principio hasta el final de la boda, “sola”, “con pareja”, en “bolita”, “con los novios”, “con ella y con él”, cuando estaban cansados del día y apenas pudieron disfrutar del baile al final de su boda.

Fue un lindo día. Y no, tampoco atrapé el ramo.


Algunas de mis amigas tuvieron hijos sin casarse, otras, a esta corta edad de vida ya experimentan esa tonta palabra, como lo llama la sociedad “fracasos” es decir que son mamás solteras o divorciadas y todavía no llegan ni a los treinta.

En realidad las felicito, porque su “fracaso” fue una buena elección, la mejor que pudieron tomar en su vida, por ellas y su bebé.

Pues ese “fracaso” les traerá las mejores alegrías, le brindarán a su bebé y a ellas mismas, paz, tranquilidad, estabilidad emocional y económica, un ambiente sano para desarrollarse y crecer con sus bebés en nuevo hogar lleno de amor, porque de verdad ¡LO MERECEN!

Algunos amigos han abandonado la casa de sus padres, por casarse, por estudiar en otro lugar, trabajo, pareja e incluso por elección personal. Algunos, tienen trabajos adecuados conforme a lo que estudiaron, otros dedican horas a laborar en empresas en las que son infelices, pero les reditúa económicamente lo necesario para vivir como desean y unos más: ¡se dedican al arte profesionalmente!, ¡Aman su trabajo! los “constantes, constantes, constantes” no tienen tiempo de nada entre proyectos y viajes, y los “normales” se enfrentan a la realidad del mundo cultural.


Nadie puede determinar el éxito o fracaso de otros, porque el éxito y el fracaso para la sociedad sea “babybommer”, “x”, “y” o “milenial” es subjetivo.

Lo que es para unos es “éxito” para otros según sus experiencias de vida, bagaje cultural, nivel educativo, social o económico lo podrán determinar también como “fracaso”.

La generación “milenial” experimenta interna y socialmente diversos niveles de frustración, David Casares menciona que: “la generación de los 90tas al haber alcanzado la edad adulta se enfrenta a las demandas y comparativas de las generaciones “x”, “y” e incluso “babyboomers” sin embargo las necesidades sociales que esta generación atraviesa, no son las mismas de las décadas anteriores.


Es cierto, las expectativas de la humanidad han rebasado en avances tecnológicos, los factores políticos, económicos y culturales emplazan a nuevo modelo social en las generaciones que arriban después de los 90tas, por ello el psicólogo Eric Vanman revela “cerrar ojos y oídos, sin cerrar la realidad del mundo” suspender temporalmente el uso de redes sociales para disminuir los niveles de comparativa y frustración.

No somos perfectos, ni lo seremos y quizá ni deseamos serlo, sin embargo comentarios absurdos sobre “el matrimonio o soltería”, “si las amigas”, “si perenganita ya es mamá” o “zutanito es demasiado “viejo” para realizar “tal o cual cosa”, “si soy grande, chico o viejo” en definitiva lo importante para romper con los tabús de antes en la sociedad actual, es no sentirse pequeño o grande si no ser consciente de lo que tenemos o se ha logrado a la edad que tenemos, evitar compararse con otros, “ni grande” porque “no se tiene la sabiduría de los ochenta años”, ni “chicos” porque gracias a Dios, ¡La pubertad quedó atrás! ¿Y vieja? ¡Menos!

¡Ni siquiera pensarlo!

Dependiendo de cierto tono al hablar la palabra “vieja” puede parecer “machista y peyorativa”, basta con preguntarnos ¿cuántas personas con más de sesenta años aún tienen un alma jovial y lo reflejan a su entorno?

“Eliminar de nuestro vocabulario, pensamiento y comportamiento aquellas palabras o acciones circunstanciales que lastimen el autoestima, de esta manera se incrementan los niveles de endorfina en el cuerpo” sustenta la psicóloga Lucia Orduña; “vieja” puede resultar lastimero para cualquier mujer incluso en voz del mismo género, aunque en otros países de América Latina el término “vieja” es usado con cariño en tiernas y sabías mujeres de cabello cano.


Así que cuando alguien te pregunte si te sientes exitosa o fracasada, puedes responder con sinceridad, buscando la verdadera respuesta en tu ser.

En ocasiones en esta introspección puedes sentirte mal pero sé sincera contigo misma, a tus 24, 26, 27, 28 años por supuesto que no tienes la misma visión de vida que a los 14, 16, entonces respóndete a ti misma con orgullo “no que he fracasado, ni en la vida, ni en mis sueños”.

Efectivamente cada ser humano tiene metas distintas, cada uno camina a su propio ritmo, con sus errores, aciertos, éxitos y fracasos personales.

Aunque seamos esta “maldita y bella sociedad milenial” considero que para ser felices, es menester eliminar las comparativas, no ser tan dura contigo pero tener presente la objetividad.

Las redes sociales no son reales, de los tres mil amigos o más que tenemos en Facebook, dos son los amigos que vemos frecuentemente, tres son mejores amigos de distintas etapas de la vida escolar, uno es el amigo confidente del trabajo, una o dos son las verdaderas amigas, con las que así, se tenga tiempo sin ver, con una llamada, un café se actualizan todos los chismes del año.


Quizá dos o tres los chicos que agradan visualmente en la foto con filtro, aquellos a los cuales constantemente se les da “like” en sus publicaciones, pero que al salir a tomar un café con la personal real y conversar, deseas que regresen inmediatamente su cara sin filtro a la red social.


Si día a día las noticias de las redes sociales nublan la vista con aquellas fotos de la amiga que acaba de ser mamá de un bonito bebé o de las que experimentan el crecimiento de esa pancita en su primer embarazo, con aquellos que se van a estudiar a otro país y exploran el mundo, “los de la boda”, “los del trabajo exitoso”, “las familias funcionales que se ven lindísimas en la comida del domingo”, efectivamente si se observa la realidad después de una fotografía, si se quedan guardados todos los comentarios de las tías preocupadas "por la ausencia de un novio o de un trabajo adecuado", si se escucha siempre lo que el mundo desea de ti y no lo eres a sus expectativas, entonces:

“tu vida si será un fracaso”.


“Que si somos unos malditos milenials, freelancer, con metas grandes y poco dinero en los bolsillos, con el corazón creyendo en Cristo o en Krishna, con la fortaleza interna, con el espíritu grande, trabajando constantemente en inteligencia, elocuencia y coherencia, trabajando, disciplinándote, emprendiendo tus sueños” “Que si los Godínez, la jubilación, la seguridad laboral, la atención médica, las responsabilidades del día a día por existir en este mundo capitalista…”

Efectivamente fracaso o éxito, eso depende de cristal con que se miré, tu misión y visión de vida, tus metas personales a corto, largo plazo, porque en unos años llegaremos a los treintas y no, no seremos “grandes” pero tampoco estaremos “chicos” como los niños de quince, pero a futuro aún espera una vida en la cual no habrá jubilaciones, sin embargo, si se trabaja ahora disciplinadamente en la etapa productiva, también es menester plantearnos:

¿Qué calidad de vida deseas tener dentro de veinticinco años?

Pues las generaciones “babybommer” “x” o “y” que te apoyan y enfatizan a la vez éxitos o fracasos, no serán las mismas que son ahora.

¿Tu vida es éxito o fracaso? ¡Eso! ¡Lo determinas tú, con tus propias expectativas y parámetros personales!

Algunas amigas se han casado, unas han decidido no hacerlo, otras empiezan a ser chicas que crían hijos solas y unas más como yo…

seguimos como siempre “navegando entre las olas”.


Ivette Muro.




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